La calefacción por suelo radiante es un tipo de distribución que difunde el calor de manera homogénea en todas las habitaciones donde está instalada. Requiere temperaturas de funcionamiento diferentes en comparación con los sistemas de radiadores de hierro fundido o radiadores de aluminio.

Normalmente, los sistemas se separan en una zona de baja temperatura para la calefacción por suelo radiante y una zona de alta temperatura para los radiadores toalleros. Esto requiere otro dispositivo que actúe como separador entre la zona de alta temperatura y la zona de baja temperatura, y que a menudo está equipado con dos circuladores y una válvula mezcladora proporcional.

La temperatura de la calefacción por suelo radiante

La temperatura de funcionamiento de la calefacción por suelo radiante es más baja en comparación con una calefacción tradicional. Varía entre 25 y 30 grados Celsius aproximadamente. Las calorías se distribuyen de manera homogénea en todo el suelo y la temperatura ambiente está fuertemente influenciada por los grados establecidos.

La alta inercia térmica y la latencia

La calefacción por suelo radiante es un tipo de distribución que tiene alta inercia térmica, lo que significa que cualquier ajuste de temperatura se hace efectivo solo después de un día de funcionamiento. Realice pequeños ajustes y espere el tiempo necesario para que el sistema se estabilice.

La importancia del sensor externo

La regulación de esta tecnología de distribución es sofisticada y necesita una regulación con función proporcional. La temperatura de suministro debe ajustarse en función de la temperatura exterior. Para esto se usa un sensor externo y se configura la curva climática con un coeficiente adecuado.

Sin horarios

El cronotermostato en la calefacción por suelo radiante no tiene lugar. Apagarlo significa perder calor del suelo y tomar varias horas para recuperarlo. Este tipo de sistema no tiene horarios y debe funcionar siempre a baja temperatura. Sin embargo, en muchos sistemas, la regulación se realiza habitación por habitación a través de un termostato.

Los termostatos de zona están conectados a válvulas eléctricas en el colector y cierran una zona al alcanzar la temperatura ambiente deseada.

El problema de las algas

No es raro que en el sistema de calefacción por suelo radiante se formen algas. De hecho, las temperaturas de funcionamiento son tan bajas que favorecen el crecimiento de estos depósitos.

Las algas comienzan a ser un problema a partir del 15º año de vida del sistema y afectan a las válvulas del colector debido al efecto cuello de botella. El mantenimiento adecuado de la calefacción por suelo radiante generalmente requiere una limpieza del sistema y el uso de alguicidas una vez.

Una zona/habitación no se calienta

Asegúrese de que el termostato no esté configurado a una temperatura más baja que la detectada, de lo contrario aumente el termostato de la zona.

Si al aumentar la temperatura del termostato de la zona no se perciben efectos después de unas horas, verifique el estado de la válvula eléctrica de la zona seleccionada en el colector.

Consejos para la calefacción por suelo radiante

Aquí hay algunos consejos para la calefacción por suelo radiante:

  1. Elija el tipo de sistema de calefacción por suelo radiante: hay dos tipos principales de calefacción por suelo radiante: eléctrica e hidrónica. La calefacción eléctrica por suelo radiante utiliza cables eléctricos o películas calefactoras para calentar el suelo, mientras que la calefacción hidrónica utiliza agua caliente que circula a través de tuberías bajo el suelo. La calefacción hidrónica generalmente es más costosa de instalar, pero puede ser más eficiente a largo plazo.

  2. Asegúrese de que la casa esté bien aislada: un aislamiento adecuado es importante para mantener el calor dentro de la casa. Verifique que las ventanas y puertas estén selladas correctamente y que el aislamiento del techo y las paredes sea suficiente.

  3. Instale un termostato programable: un termostato programable le permite controlar la temperatura de manera eficiente, reduciendo los costos energéticos. Puede configurar el termostato para que la temperatura baje durante las horas en que la casa está vacía o durante la noche, cuando las personas duermen.

  4. Ajuste la temperatura correctamente: la temperatura del suelo no debe superar los 29-30 grados Celsius; de lo contrario, puede ser incómodo caminar sobre él. En general, la temperatura del aire debe estar entre 18 y 21 grados Celsius para un confort ideal.

  5. Revise periódicamente el sistema: revise periódicamente el sistema de calefacción por suelo radiante para asegurarse de que funcione correctamente. Si nota problemas, como áreas frías en el suelo, contacte a un profesional para una evaluación y reparación.