Lavado del sistema de calefacción para instalaciones antiguas
El lavado del sistema de calefacción con bomba externa es un procedimiento fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del sistema, mantener la eficiencia energética y prolongar la vida de la caldera y los radiadores. En esta guía exhaustiva exploraremos la importancia de esta práctica, el procedimiento detallado y las ventajas del uso de la bomba externa.
¿Por qué es necesario el lavado con bomba externa?
Con el tiempo, el sistema de calefacción acumula impurezas como cal, óxido, lodo y otros sedimentos que comprometen su funcionamiento. Esto se traduce en:
Menor eficiencia energética: Los depósitos reducen la capacidad de transferencia de calor, aumentando el consumo y las facturas. Además, muchas válvulas de los radiadores, especialmente si son termostatizables, tienden a bloquearse con la suciedad, comprometiendo el equilibrio del calor. También la válvula de tres vías de la caldera es particularmente propensa a averías debido a la acumulación de impurezas y sedimentos en exceso.
Mayor desgaste: La corrosión y las incrustaciones dañan las tuberías, radiadores y la caldera. La suciedad circulante también corroe los metales de la caldera, causando daños visibles incluso en aparatos nuevos de condensación si se instalan sin un lavado adecuado del sistema. En estos casos, es común observar perforaciones en el intercambiador primario de acero inoxidable, donde el paso limitado del agua debido a las impurezas provoca un sobrecalentamiento localizado y una posterior rotura.
Riesgo de mal funcionamiento: Restricciones y bloqueos en las tuberías pueden impedir la correcta circulación del agua.
Un sistema sucio suele manifestar síntomas evidentes:
- Radiadores con zonas frías; las zonas frías pueden afectar al radiador tanto horizontalmente, cuando solo se calientan los primeros elementos y no el resto, como verticalmente, cuando la parte superior está muy caliente mientras que la inferior permanece prácticamente fría. Este fenómeno es a menudo causado por acumulaciones de suciedad, lodo o aire atrapado, que obstaculizan la correcta circulación del agua.
- Caldera ruidosa debido a los sedimentos; en las calderas con quemador atmosférico, es común que, después de años de funcionamiento, los sedimentos obstruyan el intercambiador primario. Este componente es particularmente delicado, ya que su placa representa un verdadero “cuello de botella” para el paso del agua. Cuando el intercambiador se obstruye, la circulación se reduce drásticamente, causando un sobrecalentamiento localizado. Este fenómeno no solo hace que la caldera sea más ruidosa, sino que aumenta el riesgo de fallos graves y pérdidas de eficiencia.
- Necesidad de purga frecuente de los radiadores.
- Consumo elevado y bajo rendimiento térmico.
Los métodos tradicionales como la purga manual solo resuelven problemas de aire atrapado, pero no abordan las causas de fondo. El lavado del sistema de calefacción con bomba externa elimina en profundidad todos los sedimentos, restaurando la eficiencia original del sistema.
Procedimiento detallado del lavado con bomba externa
Tiempo necesario: 4 horas
Estas son las principales etapas del lavado:
- Preparación del Sistema:
Aislar la caldera cerrando las válvulas de ida y retorno para evitar que el producto químico dañe los componentes de la caldera. En caso de utilizar una bomba externa, es necesario desconectar la caldera del sistema y conectar la bomba directamente a la ida y al retorno del sistema. Esto permite realizar una limpieza completa y eficaz sin riesgos para la caldera.
- Enjuague Inicial
Un primer enjuague con agua limpia elimina la suciedad superficial y prepara el sistema para la limpieza química.
Duración recomendada: al menos 15 minutos. - Introducción del Producto de Limpieza
Utilizar un producto específico para el tipo de sistema:
Termo Cleaner 40 para sistemas radiantes.
Cillit HS 23R Plus para tuberías de hierro y radiadores de hierro fundido.
La dosificación depende del volumen del agua y de la presencia de la bomba externa.
Microconductímetro: una herramienta esencial para monitorear la concentración del producto químico durante el lavado del sistema de calefacción. Mide la conductividad del agua, que indica la cantidad de sustancias disueltas presentes, como sales minerales y residuos del producto químico. Durante el proceso, el microconductímetro ayuda a controlar la correcta dilución del detergente y a verificar cuándo el agua ha alcanzado una conductividad óptima, señal de que la limpieza es efectiva y el sistema ha sido adecuadamente enjuagado. Este instrumento es particularmente útil para garantizar que no queden residuos químicos dentro del sistema, evitando posibles daños o corrosión futura. - Circulación Forzada con Bomba Externa
La bomba externa distribuye el producto con alta circulación, alcanzando incluso las zonas más difíciles.
Duración: de 1 a 2 horas con inversión del flujo cada 15 minutos para optimizar la limpieza. - Descarga del Agua Sucia
Vaciar el sistema hasta que el agua salga completamente limpia.
Proceder desde el último radiador hasta el primero. - Enjuague Final
Enjuagar con agua limpia para eliminar cualquier residuo del producto de limpieza.
- Verificación de la Limpieza
Turbidímetro: una herramienta esencial para controlar la claridad del agua del sistema. El turbidímetro mide la turbidez, es decir, la presencia de partículas en suspensión en el agua, proporcionando una indicación clara del nivel de limpieza alcanzado tras el lavado. Un agua con baja turbidez indica un sistema limpio y funcionando correctamente. Este control es crucial para verificar la eficacia del lavado y prevenir futuros acumulaciones de impurezas en los componentes del sistema.
Termómetro infrarrojo: una herramienta versátil e indispensable para verificar la ausencia de zonas frías en los radiadores. Este dispositivo mide de manera rápida y precisa la temperatura superficial de los radiadores, resaltando posibles desigualdades térmicas. Las zonas frías pueden indicar acumulaciones de aire, depósitos de suciedad o una mala circulación del agua en el sistema. Utilizar un termómetro infrarrojo permite identificar estos problemas y confirmar la eficacia del lavado con bomba externa, garantizando la restauración uniforme del calor en todas las superficies de los radiadores.
¿Por qué la bomba externa es crucial?
La bomba externa es la herramienta clave para una limpieza eficaz: es indispensable porque integra toda la instrumentación necesaria para una intervención completa y precisa.
- Descarga controlada: la bomba facilita el vaciado eficaz del agua sucia, garantizando que todas las impurezas sean eliminadas del sistema.
- Inversión de circulación: permite invertir el flujo de agua durante la limpieza, una operación crucial para eliminar los sedimentos más persistentes incluso en las zonas más difíciles de alcanzar.
- Carga de agua limpia: la bomba externa permite reintroducir agua limpia rápidamente, asegurando un enjuague completo.
- Potencia superior: gracias a su potencia adecuada, la bomba externa es capaz de limpiar profundamente todo el sistema, a diferencia del simple circulador de la caldera, que tiene una potencia limitada y no está diseñado para manejar una limpieza intensiva.
Estas características hacen de la bomba externa la herramienta ideal para garantizar una limpieza profunda y profesional del sistema de calefacción.
Productos químicos y seguridad
Los productos modernos son biodegradables y seguros, pero deben manejarse con precaución:
- Utilizar guantes y gafas protectoras.
- Asegurar una ventilación adecuada del local.
- Desechar el agua de limpieza de acuerdo con las normativas.
La elección del producto debe tener en cuenta el tipo de sistema (material de las tuberías, tipo de radiadores).
Mantenimiento y controles adicionales
Después de la limpieza, es importante monitorear el sistema para posibles caídas de presión, que podrían indicar fugas o ajustes debidos a la eliminación de los sedimentos. Este monitoreo se recomienda durante al menos un breve período para asegurarse de que todo funcione correctamente.
Además, se recomienda realizar:
Se sugiere el uso de un filtro magnético desfangador, un dispositivo que captura impurezas ferrosas y no ferrosas presentes en el agua del sistema. Este filtro ayuda a mantener limpia la circulación del agua, previniendo la acumulación de escombros y sedimentos que pueden bloquear válvulas de los radiadores, en particular las termostatizables, y dañar componentes críticos como la válvula de tres vías de la caldera.
Sustitución de válvulas de purga de aire defectuosas.
- Control de válvulas desgasificadoras (jolly) para eliminar el aire atrapado.
- Mantenimiento de la caldera para garantizar un funcionamiento eficiente.
- Balanceo del sistema para una distribución uniforme del calor. Durante la limpieza, también se sugiere la instalación de válvulas termostáticas, que permiten balancear y regular automáticamente el flujo de agua en cada radiador. Esta intervención asegura una gestión óptima del calor en cada ambiente, mejorando el confort habitacional y contribuyendo a un mayor ahorro energético.
Conclusión: Eficiencia y Ahorro con una Limpieza Profesional
El lavado del sistema de calefacción con bomba externa es una intervención esencial para mantener la eficiencia energética y prolongar la vida del sistema. Al eliminar profundamente cal, óxido y sedimentos, este procedimiento permite:
- Reducir el consumo energético.
- Evitar averías costosas.
- Mejorar el confort térmico.
Para obtener resultados óptimos y evitar riesgos, es recomendable confiar en un profesional experimentado.
Preguntas Frecuentes sobre el Lavado del Sistema de Calefacción
Es un procedimiento de limpieza profunda que utiliza una bomba externa para eliminar cal, óxido y lodo acumulados en el sistema de calefacción.
El lavado elimina impurezas que afectan la eficiencia energética, reducen el rendimiento térmico y causan fallos en radiadores y calderas.
Generalmente cada 10-12 años, pero la frecuencia puede variar según la dureza del agua y el tipo de sistema.
Radiadores con zonas frías.
Calderas ruidosas.
Alto consumo energético.
La bomba externa asegura una limpieza más profunda gracias a la circulación forzada y a la inversión del flujo, operaciones imposibles con métodos manuales o de descarga mínima, aunque tiene un costo más elevado.
Se emplean productos específicos como Termo Cleaner 40 para sistemas radiantes y Cillit HS 23R Plus para radiadores de hierro fundido o tuberías de hierro.
Sí, si se realiza correctamente con herramientas adecuadas y productos compatibles. Es fundamental aislar la caldera y monitorear el proceso.
El procedimiento completo puede durar entre 2 y 4 horas, dependiendo del tamaño del sistema y del nivel de suciedad.
Sí, al eliminar sedimentos y mejorar la circulación del agua, se reducen los consumos energéticos y se optimiza el sistema de calefacción.